miércoles, 28 de octubre de 2015
RADHAMÉS GÓMEZ PEPÍN, PERIODISTA ILUSTRE. (DE CUERPO PRESENTE)/ Pilar Pujols Penn
Su nombre, R a d h a m é s G ó m e z P e p í n, resuena esta vez con honda pena.
Se ha ido. Aunque imperecederos, memoria y legado, deja un vacío en la clase a la cual honró,
en el terruño, en la Región, en quienes le conocieron y lo apreciaron. Me incluyo.
Luchador por la democracia y la libertad, abanderado de la justicia y la verdad, gravitó por
decenios en la conciencia nacional, y más allá.
Autoridad en su área, Premio de Periodismo en el 2009, otorgado por el Gobierno, por sus más de cincuenta años largos con el compromiso social que ejerció como un sacerdocio,valiente,responsable, laborioso, honesto, fue y es ejemplo para todos, no solo para sus compañeros de profesión y la futura generación de éstos.
Esas cualidades brillaban junto a su humildad, autenticidad, carisma y la cercanía, don, este
último no común y el cual algunos pierden envanecidos por una vida influyente, como la suya.
Pero gloria y fama, tienen un precio. ¡Cuántas veces se habrá jugado la vida, el sustento de sí y de la familia, nombre y prestigio, y/o de la empresa a su mando.Improbable la ausencia de decepciones, incertidumbre, angustias, y que no se hubiese encontrado en encrucijadas,éstas bajo la presión, propia del área.
De años vitales de su ejercicio, lo recuerdo ejecutivo admirable, en la sala de redacción del vespertino El Nacional, propiedad ,del también gigante comunicador, Doctor Rafael Molina Morillo.
(En la época, una servidora, laboraba en la división de radio de Publicaciones ¡Ahora!)
Desde entonces, el afecto mútuo y a su núcleo personal, extendido luego a su homónimo hijo, Chiqui, igual periodista,carismático y con cualidades sobresalientes heredadas de su querido progenitor y afianzadas por la convivencia diaria. (A Radhamés junior, lo percibo como un hermano regalo de la vida.)
Pasado el tiempo, y ya El Nacional, parte del Grupo Corripio, visité a don Radhamés en su oficina
de Director, en las instalaciones anexas al edificio anterior. Espectacular ver su despliegue de energía y pasión, como de costumbre, mientras hurgaba tras la veracidad de una información o consideraba el titular, el editorial, un reportaje,una entrevista,.. en la implacable inmediatez y la competencia en el campo del quehacer elegido.
Él, en el centro de la vorágine de noticias de todas partes , cambiado y cambiante el mundo en general y el local en consecuencia, se adaptó a las nuevas corrientes, dirigiendo la orquesta,con la maestría de siempre, y rodeado de excelentes colegas colaboradores, a quienes mantuvo inspirados en el sentido de equipo.
Sinceras condolencias al universo prensa, pueblo dominicano y lectores en general, a la también periodista, Cornelia Margarita Torres, hoy viuda Gómez, a Radhamés Gómez Sánchez y demás amados hijos, a los nietos, a las familias emparentadas, a los amigos, a los relacionados, un fuerte abrazo en estos momentos de desconcierto, ante la partida de un ser excepcional.
Descanse en paz, don R a d h a m é s G ó m e z P e p í n, ilustre comunicador, de nuestra República Dominicana, gran hijo, lo mismo que de su patria chica, Santiago de los Caballeros.
Requiescat in pace.
Se ha ido. Aunque imperecederos, memoria y legado, deja un vacío en la clase a la cual honró,
en el terruño, en la Región, en quienes le conocieron y lo apreciaron. Me incluyo.
Luchador por la democracia y la libertad, abanderado de la justicia y la verdad, gravitó por
decenios en la conciencia nacional, y más allá.
Autoridad en su área, Premio de Periodismo en el 2009, otorgado por el Gobierno, por sus más de cincuenta años largos con el compromiso social que ejerció como un sacerdocio,valiente,responsable, laborioso, honesto, fue y es ejemplo para todos, no solo para sus compañeros de profesión y la futura generación de éstos.
Esas cualidades brillaban junto a su humildad, autenticidad, carisma y la cercanía, don, este
último no común y el cual algunos pierden envanecidos por una vida influyente, como la suya.
Pero gloria y fama, tienen un precio. ¡Cuántas veces se habrá jugado la vida, el sustento de sí y de la familia, nombre y prestigio, y/o de la empresa a su mando.Improbable la ausencia de decepciones, incertidumbre, angustias, y que no se hubiese encontrado en encrucijadas,éstas bajo la presión, propia del área.
De años vitales de su ejercicio, lo recuerdo ejecutivo admirable, en la sala de redacción del vespertino El Nacional, propiedad ,del también gigante comunicador, Doctor Rafael Molina Morillo.
(En la época, una servidora, laboraba en la división de radio de Publicaciones ¡Ahora!)
Desde entonces, el afecto mútuo y a su núcleo personal, extendido luego a su homónimo hijo, Chiqui, igual periodista,carismático y con cualidades sobresalientes heredadas de su querido progenitor y afianzadas por la convivencia diaria. (A Radhamés junior, lo percibo como un hermano regalo de la vida.)
Pasado el tiempo, y ya El Nacional, parte del Grupo Corripio, visité a don Radhamés en su oficina
de Director, en las instalaciones anexas al edificio anterior. Espectacular ver su despliegue de energía y pasión, como de costumbre, mientras hurgaba tras la veracidad de una información o consideraba el titular, el editorial, un reportaje,una entrevista,.. en la implacable inmediatez y la competencia en el campo del quehacer elegido.
Él, en el centro de la vorágine de noticias de todas partes , cambiado y cambiante el mundo en general y el local en consecuencia, se adaptó a las nuevas corrientes, dirigiendo la orquesta,con la maestría de siempre, y rodeado de excelentes colegas colaboradores, a quienes mantuvo inspirados en el sentido de equipo.
Sinceras condolencias al universo prensa, pueblo dominicano y lectores en general, a la también periodista, Cornelia Margarita Torres, hoy viuda Gómez, a Radhamés Gómez Sánchez y demás amados hijos, a los nietos, a las familias emparentadas, a los amigos, a los relacionados, un fuerte abrazo en estos momentos de desconcierto, ante la partida de un ser excepcional.
Descanse en paz, don R a d h a m é s G ó m e z P e p í n, ilustre comunicador, de nuestra República Dominicana, gran hijo, lo mismo que de su patria chica, Santiago de los Caballeros.
Requiescat in pace.
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